miércoles, 4 de enero de 2012

Bienvenido





Dos mil doce, ya empezamos mal porque no me gustan los números pares, pero aún así, démosle una oportunidad. ¿Qué propósitos tengo para este año? Todos y ninguno. No soy de ese amplio grupo que se promete a sí mismo ir al gimnasio porque soy de ese escaso porcentaje que se lo toma en serio y va, ya lo dicen los clásicos, mens sana in corpore sano, y dado que la mens no anda demasiado bien, me gusta meterle caña al corpore y os digo que ayuda. Tampoco puedo jurar y perjurar que dejaré de fumar, porque directamente no fumo. Así que dadas las circunstancias podría proponerme algo tan sencillo como complejo: vivir, o mejor dicho, vivir la vida que quiero vivir. Parece fácil, ¿no? Tienes un objetivo, sabes cómo conseguirlo y lo cumples, como mi hora de deporte diario, o como acostarse con alguien cuando no quieres pensar en nada más y necesitas un chute de eso que llaman endorfinas y que últimamente parece que me suele faltar. Así que aquí estoy, estrenando la primera semana del año intentando engañarme a mí misma y encontrando atajos para concienciarme de que sí, sí que puedo conseguirlo. La pregunta es: ¿qué vida quiero vivir? Nunca fui ambiciosa, la verdad, nunca esperé ser la chica popular del instituto o ser la preferida del profesor en la facultad, siempre me gustó estar contenta con lo que tengo a mi alrededor y aunque suene a tópico suelo ser feliz con poco. La vida que quiero vivir no es otra que una vida con ilusión, sí, ilusión y fuerza para conseguir lo que me proponga. No pido amor, solo no echar de menos y poder escuchar la canción más triste del mundo sin tener que recordar a alguien que, muy probablemente, haya decidido resetearme en su vida justo después del discurso protocolario que suena hasta ridículo y que para quitarle drama al asunto me gusta parodiar. No quiero más decepciones, ni vacios ni más insomnio…intento ver lo bueno de todo esto pero no encuentro qué puede haber de bueno en sentir esta melancolía crónica. Y si es verdad que se acaba el mundo este año, que nos pille bailando. Feliz 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario