miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cierra la puerta

Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, a quién importas, quién no importa más, y quién siempre importará.
Descubres que quizá has puesto tu confianza en quien no debes y has sido egoísta con aquel al que realmente le importas.
Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, terminar capítulos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron. Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así, puedes decirte a ti mismo que no darás una paso más hasta entender el por qué, pero, nadie puede estar al mismo tiempo en el pasado y en el presente.
Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
No te preocupes por la gente de tu pasado, hay una razón por la que no estarán en tu futuro.
Deja de ser quien eras y transfórmate en la que eras.
No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor.
Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante cerrar ciclos.
No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Y así es cómo los que nos iluminan son los ciegos.
Así es cómo alguien, sin saberlo, llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir. La Maga no sabría nunca cómo su dedo apuntaba hacia la fina raya que triza el espejo, hasta qué punto ciertos silencios, ciertas atenciones absurdas, eran el santo y seña para mi bien plantado estar en mí mismo, que no era estar en ninguna parte.









J.C