lunes, 27 de febrero de 2012




Me gustaba tu desorden en aquella habitación de hotel. Ver la cama deshecha antes de que llegara la camarera de la habitación. Tus calcetines encima de mi ropa y tu ropa interior por el suelo como si la confianza nos hubiera ganado la partida. Doscientas cuarenta horas en las que como un escaparate me vi dentro de tu vida. El reproche a tu desorden no era sino mi manera de gritarte que siguieras conmigo, imaginándote en aquella cotidianidad.

sábado, 4 de febrero de 2012

Lo intuía

La Maga (lo había observado en los últimos días) tenía el puñal clavado de una manera mucho más visible de lo que había pensado en un principio...seguramente el calor que había comenzado, había dejado al descubierto las heridas...viéndolo desde afuera no parecía tan grave, pero sabía -lo intuía en sus transformaciones a no-Maga- el dolor era gigante...perfecta representación de la palabra[...]