martes, 14 de septiembre de 2010

Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios
como dijo el poeta son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.



Jaime Gil de Biedma