domingo, 25 de abril de 2010

Invictus


Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.




William Earnest Henley.

miércoles, 21 de abril de 2010

Quizá necesite la melancolía para escribir algo.
Quizá necesite recordarte con una canción para echarte de menos.
Quizá...algún día haya tanta luz que me olvide de todo esto.
Es curioso como hay recuerdos que se guardan a presión como las maletas imposibles antes de un viaje. El problema es que un día, tarde o temprano, tienes que abrir la cremallera, o simplemente, se rompe. Y es entonces cuando se esparce todo por la habitación (de la vida) y te pilla por sorpresa, parece imposible volver a meterlo todo, y es entonces cuando piensas…:”no debí meter tanto equipaje…”