domingo, 11 de enero de 2009

Tristes, tristes...


Vivimos tiempos difíciles, vivimos tiempos en los que se declaran guerras atroces, pretenden que sigamos con nuestra vida rutinaria, pretenden que nos levantemos, vayamos al trabajo, volvamos a casa, durmamos, comamos, mientras… a lo lejos los B-52 vacían sus vientres sobre la ciudad de las mil y una noches. Qué absurdas, qué estúpidas son las guerras. Miguel Hernández escribió: “Tristes guerras si no es amor la empresa, tristes, tristes… tristes armas si no son las palabras, tristes tristes… tristes hombres si no mueren de amor, tristes tristes…tristes, como aquellas tardes de guerra, aquellas tristes tardes…”

2 comentarios:

  1. Ehiiii!!!

    Gracias por tu comentario. Precisamente ahora estaba mirando tu nik a ver si tenías la dirección del blog!

    Precioso fragmento, siempre que lo escucho me estremezco!! Un besazo wapa

    ResponderEliminar
  2. Oh, Dido, cuánto te he echado hoy de menos!

    No tengo ánimos para contestar a una guerra, pero cuando lo tenga te escribiré algo. Por lo pronto, me estremezco con Hernández.

    Un besito, reina.

    ResponderEliminar